Marcos Ariel Navarro fue condenado hoy a ocho años de prisión –la pena mínima prevista para el homicidio simple– por matar a su propio hermano, durante una fiesta clandestina y en medio de una discusión, y le mantuvo la prisión preventiva.
En ese contexto, el imputado “inició una discusión con una de los presentes” y, “para evitar que los hechos pasaran a mayores”, su hermano Walter Ricardo Navarro echó a esa tercera persona de la casa y “le propinó un golpe de puño al acusado para finalizar la discusión”, se detalló en el fallo. En ese momento, Marcos Navarro le asestó una puñalada a su hermano Walter con un arma blanca (“un cuchillo tipo Tramontina”), que le provocó la muerte.
El Tribunal de Audiencia de Santa Rosa, integrado por la jueza Alejandra Flavia Ongaro y los jueces Raúl Adrián Miguez Martín y Daniel Alfredo Sáez Zamora, dijo que “en este particular caso, la muerte de una persona por acción de su propio hermano, es una circunstancia que de por sí ya tiene un componente dañoso que escapa a cualquier norma penal existente. Este daño irreparable en la familia Navarro será más profundo si se aplica una pena mayor al mínimo previsto. Es decir que, la propia intervención estatal –a través de este órgano jurisdiccional– generará una mayor mortificación en el núcleo familiar, que de por sí, ya se encuentra altamente afectado”.


