El ejército israelí bombardeó la iglesia de la Sagrada Familia, lo que provocó dos muertos y seis heridos. La primera ministro italiana, Georgia Meloni, calificó el ataque como «inaceptable».
Se habla de dos muertos y seis heridos, tras un ataque del ejército israelí contra la parroquia de la Sagrada Familia de Gaza, la única iglesia católica de la Franja, según ha confirmado el patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa.
En esa iglesia trabaja el cura argentino Gabriel Romanelli, que resultó herido (aunque se cree de levedad) y debió ser atendido.
«La situación ya va más allá de la tragedia»: así se expresó el párroco de Gaza, padre Gabriel Romanelli, al medio Vatican News tras el ataque: «Después de los días de tregua, la zona de al Zeitoun ha empezado a estar muy animada, muchos bombardeos…», dice el padre argentino.
Explica que la situación se volvió especialmente crítica la noche anterior al ataque, cuando tres personas resultaron heridas en la iglesia. Cuenta que una persona herida en las piernas fue tratada con lo que tenía disponible uno de los médicos refugiados allí en la parroquia. «Luego, en cuanto al tristísimo suceso que ocurrió», señaló que todos los damnificados por el bombardeo son conocidos suyos, «todos queridos miembros de la comunidad cristiana, de hecho feligreses, católicos».
La iglesia de la Sagrada Familia se había convertido, desde el inicio del conflicto, en un lugar de refugio para cientos de personas desplazadas por la guerra. No sólo cristianos acudían a este templo, también familias musulmanas, incluidas personas con discapacidades, encontraban allí protección. El lugar albergaba a cerca de 600 personas, según había informado el párroco en ocasiones anteriores. (fuente: Diario Popular)