El bloque peronista en el Senado podría sufrir una nueva ruptura tras la humillante derrota en su intento por crear una Comisión Investigadora que indague sobre el rol del presdiente Javier Milei en la estafa de la criptomoneda Libra.
La jujeña Carolina Moisés fue la más crítica de la coordinación política del bloque Unión por la Patria, que perdió por un voto una votación clave para el inicio de la campaña electoral. «Faltaron reflejos para entender lo que pasaba», confirmó a LPO uno de los colaboradores de la senadora.
Pero no es la única que analiza romper con la conducción del bloque peronista y armar un subloque. El sanjuanino Sergio Uñac, la tucumana Sandra Mendoza y alguno de los senadores alineados con el gobernador catamarqueño, Raúl Jalil, podrían acompañarla en la jugada, si se concreta.
«Estamos hartos de votar todo no y perder. Si tuviéramos un bloque de cuatro que va y viene, podríamos manejar el Senado», se entusiasma el asesor de uno de los senadores. En el gobierno ven con simpatía la movida porque, además, les permite bajarle el precio al bloque dialoguista que lideran el correntino Camau Espínola y el salteño Juan Carlos Romero.
La derrota de este jueves no fue una más. Después del desconcierto inicial por la pirueta del jefe del bloque radical, Eduardo Vischi, que pasó de presentar un proyecto para crear la Comisión a votar en contra de su propia iniciativa, la senadora peronista criticó a José Mayans y Juliana di Tullio, líderes del interbloque de UP, por no advertir que el jefe de bloque libertario, Ezequiel Atauche, había acordado con los radicales voltear la iniciativa.
Minutos antes de la sesión y con la chicharra ya sonando, Atauche se metió en la reunión de bloque del radicalismo y, durante diez minutos, les dio uno por uno los argumentos de por qué no podían votar la comisión investigadora contra Milei. En simultáneo, desde la Casa Rosada se trabajó sobre los gobernadores radicales, que manejan directamente cuatro senadores.
En la reunión con los radicales, Atauche ofreció proponer el envío a comisión del proyecto y así lo hizo en el recinto aunque sabía que no tenía mucho sentido, porque ya sentados a sus bancas los radicales aprobaron votarlo sobre tablas. Fue una coreografía: después, a la hora de votarlo, los mismos que pidieron someterlo a consideración, lo rechazaron. Minutos antes el senador libertario había asegurado el quórum al manotear de un pasillo al radical chaqueño Víctor Zimmerman y llevarlo de la mano hasta su banca.
Irritada, Moisés compartió un tuit del periodista Matías Mowszet en clave irónica y, según fuentes parlamentarias, desató la furia de Di Tullio.
El posteo decía: «1er acto: la UCR presenta un proyecto para que el Senado arme una comisión investigadora de la estafa de $LIBRA. 2do acto: Unión por la Patria anuncia que apoya el proyecto. 3er acto: la mitad del bloque de la UCR se da vuelta y vota en contra».
El razonamiento de Moisés y un grupo de senadores disconformes con la conducción del bloque, era que si el tema volvía a comisión, podía obtenerse dictamen y podía aprobarse en recinto con mayoría de 37, en vez de dos tercios. En esa posición se encontraban Guillermo Andrada, que responde a Jalil, el riojano Fernando Rejal, hombre de Ricardo Quintela, el santafesino Marcelo Lewandowski y el sanjuanino Sergio Uñac.
El fracaso de la estrategia agudizó las internas en el bloque peronista que ya venía tensionado por las fricciones entre Mayans y las comisarias políticas que le puso Cristina: Di Tullio y Sagasti.
Si se produce la ruptura, los senadores que se vayan seguirían formando parte de UP pero dejarían de votar como pretende el kirchnerismo, cuando no compartan la postura, algo que se vio claramente cuando se aprobó la suspensión de las PASO este jueves y 14 senadores votaron a favor, seis se abstuvieron y solo los que están identificados con la ex Presidenta rechazaron la iniciativa.
Un senador que tiene línea directa con Cristina dijo a LPO que «nadie los va a rajar» a los senadores peronistas pero aclaró: «Hay que atreverse a irse ahora, ¿eh?».
Sin embargo, los críticos de Mayans y Di Tullio no hacen más que juntar rabia. Cuando se votó la Ley Antimafias, entrada la noche del jueves, el interbloque casi en pleno abandonó el recinto pero se quedó Lewandoski, quien alegaba que no podía volver a Santa Fe si no se pronunciaba por la positiva. «Lo dejaron solo», lamentaron cerca suyo. (fuente: La Política Online)