Después de una reunión entre las partes y a horas del anunciado paro por tiempo indeterminado, la Secretaría de Trabajo dictó la conciliación obligatoria en el conflicto entre el municipio de Toay y los trabajadores del corralón que reclaman aumento de adicionales y horas extras, a la vez que denuncian precarización en el ámbito laboral.
De esta forma, la medida de fuerza anunciada por ATE para el próximo lunes, tras el despido de tres trabajadores de la comuna, no se llevará a cabo y el municipio y el gremio retomaron una mesa de diálogo.
El intendente Ariel Rojas brindó una conferencia de prensa, acompañado por funcionarios y concejales: afirmó que la comuna está al día con el pago a los trabajadores, advirtió que «la plata no alcanza» y remarcó que los trabajadores despedidos no pertenecen a la planta municipal.
El jefe comunal señaló que el conflicto «interrumpió la tranquilidad de la localidad», agradeció a «la mayoría del personal que sigue trabajando» y explicó que ante los reclamos «siempre tratamos de estar abiertos a buscar soluciones, sabiendo que la plata no alcanza y tenemos que administrar los recursos públicos».
Siguiendo en esa línea, planteó que la comuna cumple con «los compromisos salariales que se hicieron efectivos el pasado viernes 27, con los últimos aumentos previstos, horas extras trabajadas y los adicionales».
«El reclamo puntual es por aumentos en algunos adicionales que se van a seguir discutiendo en una mesa de negociación, después de dictada por la Secretaría de Trabajo la conciliación obligatoria», afirmó Rojas, destacando la normalización del servicio del corralón y reiteró que la comuna «no tiene deudas» con el personal porque cumple el pago de salario, con horas extras y adicionales».
El intendente señaló que «uno de los puntos de conflicto fue el cese de tres trabajadores y la conciliación dictada hace que se retrotraiga su situación al inicio del conflicto» pero «seguiremos charlando sobre lo que para nosotros son motivos válidos y justificados del cese de tareas de los operarios».
Confirmó que los tres trabajadores «vuelven a prestar servicios» y que «no son trabajadores de planta permanente, uno es monotributista y los otros dos son jornales».
«Pretendemos que la totalidad de los empleados municipales estén conformes y contentos. Lo vamos a seguir intentando pero dentro de las posibilidades que tiene el municipio», agregó Rojas, aclarando que «tenemos la obligación de mantener el equilibrio para no cargar más a los vecinos» con incrementos de las tasas.
Por último, el jefe comunal quiso «transmitirle a la sociedad que de algún modo sepa entender la situación, que vamos a seguir trabajando para lograr el orden que todos queremos, prestar mejores servicios y que en esto tenemos que colaborar todos desde el lugar que nos toque. Estamos dispuestos a continuar dialogando, de hecho uno de los motivos que generó un conflicto es que el gremio entendió que cortamos una mesa de dialogo que se venía sosteniendo, pero eso no ocurrió». (fuente: La Arena)