Marino pampeano en misión de Paz de la ONU en Chipre

Leonardo Schneider, suboficial que integra la Armada hace 21 años, es oriundo de General San Martín y hoy se encuentra en la República de Chipre, en la Misión de Mantenimiento de la Paz de la Organización de las Naciones Unidas (Unficyp).

 

El Infante de Marina pampeano forma parte de la Fuerza de Tareas Argentina LXIV (FTA64), integrada con personal de la Armada, Ejército y Fuerza Aérea, que a principios de mes partió a la Isla de Chipre por seis meses en una nueva misión de paz, que también integran efectivos de Brasil, Chile y Paraguay.

 

“La República Argentina aporta Cascos Azules a la Unficyp desde 1993, misión que fue establecida operacionalmente por la ONU el 27 de marzo de 1964, para evitar que se reanude la lucha entre las comunidades grecochipriota y turcochipriota que se enfrentaron por una disputa territorial”, explicaron desde el medio especializado Gaceta Marinera.

 

“Nací en General San Martín, no llegamos a los 3 mil habitantes. Hice mi escuela primaria allí y tengo los mejores recuerdos de infancia”, relató Schneider. Terminó el secundario en Guatraché, y decidió ingresar a la Armada por un familiar que tenía en Punta Alta, ciudad bonaerense cercana a la Base Naval Puerto Belgrano.

 

Schneider es el mayor de seis hermanos, y el primero y único -hasta el momento- de su núcleo familiar en integrar la Fuerza. “Al ser de La Pampa uno no tiene mucha idea de lo que es la Armada, tenemos más conocimiento del Ejército Argentino porque hay en Santa Rosa y General Pico, o de alguna Fuerza de Seguridad como la Policía”, explicó. “Al terminar el secundario, me comentan la posibilidad de un ingreso a la Tropa Voluntaria (TV) de la Armada y pensé que era una oportunidad increíble”.

 

Schneider ingresó como Marinero de TV en el 2003, estuvo destinado un año en el Batallón de Comando y Apoyo Logístico (BICA) y hacia fines del 2004 rindió en la entonces Escuela de Infantería de Marina (ESIM) para hacer carrera como Suboficial a partir del 2005.

 

Su primer destino marcó su carrera y especialidad, aunque confiesa que cada uno tiene su aporte: “El BICA me enseñó el trabajo como Infante de Marina y el conocimiento de la Armada, y cuando cursé la escuela ya pensaba seguir como infante por todo lo que había aprendido y me gustaba; luego seguí Artillería”.

 

Como artillero integró en el Batallón de Artillería de Campaña y en el Batallón Antiaéreo, donde tuvo la posibilidad de viajar a Chipre en 2008 y 2012. En esta tercera misión, el mandato es el de prevenir la reanudación de las hostilidades, contribuir a mantener y restaurar la ley y el orden, supervisar el cese del fuego y sostener una zona de amortiguación entre las partes en conflicto.

 

Como parte de la preparación para esta clase de misiones, el contingente que integra Schneider se entrena en el Comando de Instrucción y Evaluación de la Infantería de Marina, en la Base Baterías, y luego en el Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz en Campo de Mayo. “Realizamos ejercicios, actividades, clases, cursos y capacitaciones para desplegarnos correctamente y desempeñarnos bien en el extranjero”, explicó.

 

Los Cascos Azules también se forman en otros ámbitos como negociación y mediación, relación con los medios de prensa, aplicación de normas, realización de diferentes tipos de briefing (instrucciones) como puestos de observación y patrullas de largo alcance.

 

“La Armada te brinda la posibilidad de conocer mucha gente y lugares, hay mucho dinamismo en la Institución, en todas sus actividades. Es así que uno siempre se lleva las mejores experiencias. Mi deseo es dar lo mejor de mí en la misión. La Armada es orgullo y es mi vida, y con 21 años de servicio, ya lo es todo”, destaca.

 

Cuando hizo el secundario pupilo en Guatraché, Leonardo estaba a 40 kilómetros de su pueblo y volvía los fines de semana. Luego, destinado en la Armada en la Base Baterías, hacía 180 kilómetros cada fin de semana para ver a su familia. Hoy, cuando más de 12 mil kilómetros lo separan de La Pampa, Schneider desea que no sean tan duros los meses lejos de casa.

 

Hincha de River Plate y del Club Sportivo y Cultural de San Martín, se lleva las camisetas a Chipre, orgulloso de sus clubes y de ser pampeano: “No es fácil alejarse de la familia y los afectos, e intento enfocarme en la misión”, enfatiza.

 

En San Martín, su familia lo espera: su esposa Gabriela y su hija Malena, de 3 años. También su madre, Hilda –o “Mimí”–, sus hermanos Mariela, Cintia, Magalí, Juan, y Rubén Darío, y el recuerdo permanente de su papá Héctor. (fuente: La Arena)

 

El Fiduciario

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