En un acuerdo con el peronismo el radical logró imponerse como presidente de la Bicameral de Inteligencia. Parrilli será secretario y Moreau vicepresidente.
Santiago Caputo tuvo una derrota en toda la línea. Este martes que pasó un acuerdo entre el peronismo y el radicalismo logró imponer a Martín Lousteau, uno de los rivales más ácidos del gobierno, como presidente de la Bicameral de Inteligencia.
Esta comisión controla los gastos reservados de la SIDE que reactivó Santiago Caputo y ya aparece como la usina de todo tipo de operaciones, sobre todo contra el periodismo.
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Caputo libró una batalla durísima para imponer al peronista Edgardo Kueider como presidente de esa comisión. El principal asesor de Milei llegó a Kueider durante la negociación de la ley bases. Se lo acercó el operador Adrián Kochen, que tiene influencia sobre Kuedier porque es el vocero de la familia Eskenazi, dueña del Banco de Entre Ríos, y con un peso determinante en la provincia del senador.
En el bloque libertario, había bronca con Santiago Caputo por la «torpeza» de su operación en el Senado. Ayer mismo insultó a través de su cuenta fake al senador libertario Francisco Paoltroni. «El gordo Paoltroni me puede chupar la pija. Que disfrute la beca porque su carrera se terminó. Espero que ese discurso principista superfluo y pelotudo venga sin siquiera una multa de conducir.», posteó la cuenta fake de Santiago Caputo este lunes.
Es que Patricia Bullrich y Victoria Villarruel venían trabajando para designar como presidente de la bicameral al macrista misionero Martín Goerling, pero Santiago Caputo rechazó esa posibilidad. «Teníamos todo cocinado para que sea Goerling, los peronistas lo aceptaban y podían abstenerse, pero se metió Santiago Caputo y se cayó esa posibilidad», afirmó un senador libertario.
La decisión de Cristina Kirchner y los gobernadores peronistas de aceptar que Lousteau presida nada menos que la Bicameral de Inteligencia y de los radicales de no tener empacho en aparecer junto a los kirchneristas, marca un giro político muy importante que si se extiende puede complicar aún más al Gobierno en el Congreso.
La caída de Kueider se suma a la posibilidad del rechazo al DNU de Milei que le dio 100 mil millones de gastos reservados a la SIDE, que según la Coalición Cívica el gobierno ya se lo gastó. Si esto ocurre el gobierno enfrentaría una posible denuncia por malversación de caudales públicos y defraudación al Estado. (fuente: La Política Online)