Alma Toranzo fue instituida abanderada de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), en un acto que se desarrolló en el Auditorio del Pabellón Argentina. Actualmente cursa Quinto Año de Odontología, y tiene un promedio de 8.92 puntos.
“Mi carrera me fascina y sentarme a estudiar es aprender lo que podré poner en práctica, más allá que no todos los contenidos teóricos se pueden llevar a la práctica, pero es importante conocer lo que uno hace y donde uno trabaja que es el cuerpo del paciente”, dijo la joven desde la ciudad de Córdoba.
El acto se desarrolló el viernes 6, en la primera colación de egresados de la Facultad de Odontología, donde se hace el traspaso de bandera para que asuman los tres mejores promedios.
El grupo de bandera de la Facultad de Odontología está conformado por abanderados -titular y suplente- de quinto año, los primeros escoltas -titular y suplente- también corresponden a quinto año y los segundos abanderados -titular y suplente- cursan cuarto año. “El año pasado fui segunda escolta titular y como mantuve el promedio este año ascendí a abanderada. Y entre los requisitos no tenés que quedar libre en ninguna materia, no tenés que tener sanciones y no desaprobar ningún final”, recordó.
“Mucho estudio”.
“Nunca busqué este logro, pero es mera consecuencia de años de mucho estudio, y es un orgullo llevar la bandera y más compartirlo con mi familia”, aseguró la entrevistada por el diario La Arena.
“Me llevó –continuó- mucho sacrificio, pero también muchos momentos lindos y asociados con cosas que me gustan, porque lo hago con mucho amor”.
Relató que actualmente está cursando materias teóricas, y las practicas incluyen Odontopediatría donde atiende a niños, Prótesis 3 y 4 donde realiza prácticas de prótesis fijas y removibles, y Prácticas Profesional Supervisada donde atiende por demanda espontánea a un paciente integral.
-Toranzo, siempre fue importante la demanda en los hospitales de las facultades relacionadas con la salud. ¿Creció la demanda por la crisis económica?
-La Facultad de Odontología ofrece un servicio de muy buena calidad, y los estudiantes atendemos a pacientes que principalmente acuden a nosotros por cuestiones económicas porque en la parte privada los costos son más elevados, y nosotros los estudiantes mayoritariamente nos hacemos cargo de los costos de los tratamientos y no se cobra la mano de obra, y en la misma facultad también hay otros consultorios externos u hospital donde los pacientes son atendidos por profesionales recibidos y pagan un costo mínimo que sirve para mantener el funcionamiento y reponer los materiales.
-¿La crisis económica influye en la concurrencia de pacientes?
-Todos los años la Facultad se llena de pacientes, y es cierto que actualmente se incrementó el flujo de pacientes, pero también hay pacientes que quieren atenderse por los profesionales y no tienen problemas de pagar el costo mínimo. A los estudiantes nos sigue costando conseguir pacientes. No sabría decir si hay incrementos, porque todos los años hay muchos pacientes. En Córdoba es tan conocido que se presta este servicio, y mucha gente lo utiliza.
-¿La falta de presupuesto afectó el funcionamiento de la Facultad de Odontología?
-El problema es que los sillones siempre se rompen y hay que arreglarlos. El personal no docente no quiere arreglarlos porque está de paro o no están conformes con sus salarios. Hay problemas. En nuestro caso, el mayor problema es la rotura de sillones odontológicos. En la Facultad hubo muchas reformas, se administró muy bien. El presupuesto y el salario históricamente fueron bajos. (fuente y foto: La Arena)