Fabiola Yáñez declaró este martes durante cuatro horas ante la Justicia. Lo hizo a través de una videollamada realizada desde Madrid, en el marco de sus denuncias contra su ex pareja y ex presidente Alberto Fernández por violencia de género. La exprimera dama entró al Consulado argentino en la capital española sobre las 15.10 hora local vestida de blanco y con gafas de sol, sentada en el asiento trasero de un vehículo. Salió más de cuatro horas después, a las 19.15 hora local, dentro del mismo vehículo, tapada y a gran velocidad.
La denunciante ratificó las acusaciones por violencia de género, habló de nuevos episodios (cuando la tomó del cuello) y prometió que aportará nuevas pruebas, principalmente chats con otras personas. También relató ante el fiscal federal Ramiro González que por los episodios de violencia comenzó a consumir alcohol y marihuana y que el expresidente también tomaba alcohol. «Me indujo al alcoholismo», aseguró.
La fiesta de Olivos también fue parte de su declaración. Yañez dijo que el organizador fue el propio Fernández, inclusive fue quien mandó a comprar la torta, y que después de que se conociera el hecho la responsabilizó del fracaso de su gobierno. También relató que tuvo que pedir ayuda psiquiátrica y que se trató en el instituto INECO, propiedad del diputado radical Facundo Manes.
A las puertas del Consulado, su abogada, Mariana Gallego, dijo que por cuestión de «confidencialidad» no podía dar detalles ni iba a responder preguntas «porque para eso está la justicia», pero sí dio que su cliente «pudo declarar, se sintió muy apoyada por la prensa, por la gente, y sobre todo por la UFEM (Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres), la fiscalía y el juzgado que está interviniendo» en el caso.
Según la letrada, «ahora solo queda confiar en la Justicia y seguir los pasos procesales», que seguramente no implicará que Yáñez tenga que volver a declarar. El exmandatario argentino niega todas las acusaciones.
Horas antes de la declaración, la exprimera dama argentina había afirmado en un escrito que el expresidente Fernández la obligó a abortar en 2016, según informaron este lunes medios locales, y solicitó a la Justicia ser querellante en la investigación abierta por presuntas lesiones en contexto de violencia de género.
Aseguró que Fernández ejerció «violencia reproductiva» en el inicio de una relación de pareja en la que hubo episodios de «hostigamiento y violencia», además de «acoso psicológico», que eran «constantes». Además, planteó que sufrió «lesiones graves» que «dejaron secuelas de daño psicológico hasta el día de hoy».
La pareja tuvo en abril de 2022 un hijo, Francisco, que actualmente reside en Madrid con ella.
Yáñez decidió impulsar el 6 de agosto la denuncia después de que la Justicia argentina, en el marco de una investigación por presunto tráfico de influencias del ex mandatario, hallara en un teléfono celular de una secretaria de Fernández conversaciones e imágenes que indicarían la posible comisión del delito de «lesiones leves en contexto de violencia de género» a su expareja.
La ex primera dama pidió que el caso sea calificado por el presunto delito de «lesiones graves» y no «leves», «agravados por el vínculo y por haber sido cometidos en un contexto de violencia de género bajo abuso de poder y autoridad, en concurso real con amenazas coactivas».
Tras la denuncia, el juez federal Julián Ercolini prohibió salir de Argentina al ex presidente y le ordenó no acercarse ni contactar por ninguna vía con Yáñez, quien manifestó estar padeciendo «terrorismo psicológico» por parte de Fernández.
El propio Ercolini rechazó la solicitud del exmandatario de presenciar la declaración telemática de Yáñez, según medios locales.
En ese sentido, la abogada Susana Carreira, quien representa a Fernández, expresó su indignación por no poder preguntar a la actriz y periodista durante la audiencia e indicó que la declaración de Yáñez «no es válida» y que no pudo exponer las preguntas para la defensa de su cliente.
A primera hora de este martes, Fernández negó las acusaciones en una entrevista concedida al diario español El País y dijo que no se lo tiene que contar a los diarios, sino probarlo ante la justicia y que las desmontará en los tribunales.
Yo sigo diciendo lo mismo, afirmó el exmandatario argentino, y añadió: «Estoy siendo acusado de algo que no he hecho. No he golpeado a Fabiola. Nunca he golpeado a una mujer”. (fuente: Noticias Argentinas)