El expresidente podría enfrentar entre 10 y 32 años de cárcel en el supuesto caso de que fuese declarado culpable de recibir dádivas de Arabia Saudita.
Las lujosas joyas -valuadas en 3,2 millones de dólares- regaladas al expresidente de Brasil Jair Bolsonaro durante su mandato (2019-2022) por la familia real de Arabia Saudita se convirtieron en un grave problema que podría llevarlo a la cárcel. Tras meses de investigación, la Policía le acusó este jueves de apropiación indebida de esos valiosos objetos.
Los agentes también presentaron cargos contra el exmandatario derechista y 11 personas de su círculo más cercano, entre ellos el exministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, y su exasistente Mauro Cid, por lavado de dinero y asociación ílicita.
Parte de las joyas fueron vendidas en Estados Unidos
Las joyas que recibió Bolsonaro, de 69 años, no solo no fueron declaradas bienes del Estado, como exige la ley, sino que parte de ellas fueron vendidas en Estados Unidos.
El Ministerio Público deberá considerar ahora si presenta una denuncia formal ante el Supremo Tribunal Federal (STF), archiva el caso o solicita más investigaciones.
Si la querella sigue adelante y el STF la acepta, Bolsonaro -que siempre negó los cargos- sería imputado y comenzaría un proceso penal. En el supuesto caso de que fuese declarado culpable podría enfrentar, según detalla el portal UOL, hasta 32 años de prisión.
Bolsonaro no devolvió las joyas pese a una orden judicial
En marzo de 2023, el tribunal brasileño que supervisa las arcas públicas determinó que el expresidente Bolsonaro debìa devolver en cinco días joyas valuadas en millones de dólares que recibió como regalo de Arabia Saudita, y ordenó una auditoría sobre todos los obsequios durante su mandato.
La decisión estableció «un plazo de cinco días para que Jair Bolsonaro devuelva a la secretaría general de la presidencia todo el acervo en discusión relativo al paquete de joyas recibido de Arabia Saudita», dijo Bruno Dantas, presidente del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU).
Según la ley brasileña, los funcionarios públicos solo pueden quedarse con obsequios que sean «muy personales y de mínimo valor monetario«, aclaró Dantas, en sesión del TCU.
«Si alguno de los dos criterios no se cumple, (los regalos) deben ir inexorablemente a la colección presidencial«, agregó.
El fallo unánime del tribunal señaló que Bolsonaro intentó importar ilegalmente joyas valuadas en 3,2 millones de dólares que él y su esposa recibieron como regalo de Arabia Saudita. (fuente: Diario Popular)