El gobernador bonaerense Axel Kicillof llegará a La Pampa este viernes para firmar distintos convenios de cooperación con Sergio Ziliotto.
La visita de Kicillof -más allá de que se firmarán compromisos entre ambos Estados provinciales- se enmarca en la estrategia para posicionar al gobernador de Buenos Aires de cara a las presidenciales del 2027. Esta será la tercera oportunidad en que Kicillof visita otros distritos firmando acuerdos con sus pares. Se trata de una acción con la que busca diferenciarse de la Casa Rosada, contrastando su acercamiento a gobernadores de todos los colores partidarios a la actitud hostil del gobierno de Javier Milei hacia las provincias.
Kicillof es uno de los pocos referentes de la oposición que despierta expectativas para conseguir un armado que lo posicione como un líder del peronismo, cuando la mayoría de sus dirigentes están poco activos y muchos de ellos muy cuestionados. Al bonaerense algunas encuestas lo están ubicando de buena manera, en tanto se advierte paralelamente la baja manifiesta de la imagen del presidente Milei.
La Pampa y La Rioja son dos de los bastiones que no se doblegan ante la asfixia a la que el Gobierno nacional quiere llevar a las provincias; y el propio gobernador Ziliotto se destaca con altos porcentajes de imagen positiva comparado con sus colegas.
El comando “Todos con Axel” continúa armando la agenda para recorrer el país; e incluso prepara un acto peronista el 1 de julio en la histórica Quinta de San Vicente para recordar a Juan Domingo Perón a 50 años de su fallecimiento.
Con posterioridad está previsto que Kicillof viaje a La Rioja gobernada por Ricardo Quintela, en lo que sería un capítulo más de su serie de visitas a las provincias.
Los ministerios bonaerenses están en contacto con funcionarios pampeanos, trabajando sobre los acuerdos “de asistencia recíproca” que firmarían los gobernadores (ver aparte). A esos hay que sumarle convenios que podrían firmar las bancas de ambas provincias, todo asentado “en una convicción muy profunda de federalismo” ante la deserción del gobierno de Milei en la asistencia al interior del país. Parecido a lo que se hizo cuando Axel estuvo en Chubut, gobernada por el macrista Ignacio Torres, y Santa Fe a cargo del radical Maximiliano Pullaro. (fuente: La Arena)