En un dramático contraste con lo que sucedió este verano, cuando las Cataratas del Iguazú se mostraron desnudas y con apenas un hilo de agua, hoy la Administración de Parques Nacionales decidió que el circuito de Garganta del Diablo permanezca cerrado al público por razones de seguridad, debido a la crecida extraordinaria del rio Iguazú, cuyo pico máximo sucedió en horas del mediodía.
Desde la tarde del 2 de junio, operarios del Parque Nacional Iguazú procedieron a rebatir las barandas de la pasarela que lleva al espectacular paseo. La creciente del río Iguazú marcó ayer valores cercanos a los 8.000 metros cúbicos por segundo, según informó al emisora Radioactiva 100.7 de Misiones el intendente de Puerto Iguazú, el biológo Atilio Guzmán. El mandatario añadió que “a partir de los 6.500 se hace una observación más constante de los valores y a partir de los 8.000 se procede a toda esta operación”.
No obstante la situación, Parques Nacionales señaló que el resto de los circuitos del Parque Nacional Iguazú continúan abiertos al público con normalidad, al igual que todas las prestaciones de servicios turísticos de las áreas de uso público.
“Lo que pasó es que llovió en la cuenca alta. En 2014 hubo una crecida mucho más grande que llevó parte de la pasarela con valores superiores a lo que estamos viendo hoy, después vino un periodo de sequía entonces hace bastante que no se ve esta situación”, explicó Guzmán. El intendente también contó que en esta jornada “estamos más o menos en unos 9.600 metros cúbicos por segundo, cuando el caudal normal es de 1500 y 2000 y se espera un pico de 12 mil metros cúbicos por segundo. Ahí empezaría a bajar, por lo que esperamos que muy pronto podamos rehabilitar el sendero ya que el paseo es uno de los mayores atractivos”.
Sobre la situación de la fauna silvestre que habita la zona, indicó que “la fauna de la parte superior de las cataratas es endémica, mientras que lo que está debajo de las cataratas es una fauna más asociada a los peces del Paraná, entonces es importante que empecemos a monitorear. Hay proyectos de investigación en marcha y hay que mantener esos proyectos porque la verdad que tenemos que empezar a documentar lo que sucede porque no es natural”. Asimismo, Guzmán alertó que “el cambio climático no hay que esperarlo, está ocurriendo hoy. La verdad que nos afecta porque no se toma conciencia y fue clarísimo lo que sucedió este verano ver las cataratas con un hilito de agua”.
El peor momento de los últimos años sucedió en los primeros días de la cuarentena, entre el final de marzo y el inicio de abril de 2020, cuando el río Iguazú registró un caudal de 280 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, el peor registro de este siglo tuvo lugar en 2006, cuando la medición fue de 122 metros cúbicos. El récord se registró en 1978, con 120 metros cúbicos. Según los especialistas, estas variaciones suceden aproximadamente cada 15 años y se originan en la alternancia de sequías y lluvias torrenciales que afectan al cordón montañoso brasileño de Serra do Mar. En San Miguel, ciudad ubicada en el estado de Paraná 53 kilómetros al norte de Puerto Iguazú, se registraron lluvias que alcanzaron los 250 mm, un 65% sobre la media histórica, según informó la agencia de noticias estatal.
Después del pico máximo, previsto para este mediodía, la Administración de Parques Nacionales evaluará si se vuelve a abrir el circuito o si continua cerrado. Las Cataratas del Iguazú fueron elegidas en 2011 como una de las siete nuevas maravillas del mundo, en una votación promovida por la fundación New7Wonders, y el 80% de los 45.000 habitantes de Puerto Iguazú, de forma directa o indirecta, viven del turismo que genera su geografía.
fuente: infobae